Sabemos de sobra que las PYMES forman parte importante de la economía de nuestro país y de las 1 873 564 PYMES reportadas por INEGI durante la tercera edición de la encuesta sobre impacto generado por COVID 19 en el 2021, reporta que el 85.5% de estas tuvieron grandes afectaciones. Dentro de las afectaciones más impactantes fue la disminución de ingresos por ende la baja de demanda de productos y de insumos.
5 razones de porqué fracasan los emprendedores.
Aunado a las circunstancias globales y económicas de nuestro país, los retos de los emprendedores todavía son más específicos y no todo depende de situaciones ajenas a este. Hay aspectos que el emprendedor da por asentado y ejecuta en automático si percatarse que tarde o temprano esa estrategia lo va a sepultar.
Perderse en la operatividad: Tener “manos a la obra” es tan seductor que se vuelve un vicio. Producir sin tener claro que tipo de metas se quieren alcanzar y hacia dónde dirigirse, tarde o temprano cobra la factura. La operatividad es absorbente, sobre todo cuando se tiene un mercado exigente que atender, sin embargo, es de sabios detenerse a afilar la sierra.
Caer en el papel del artesano: Cada pieza es única y cada cliente es especial; ¡sin duda es un gran valor!, sin embargo es importante que se sistematicen proceso para estandarizar la calidad y agilizar la producción o el servicio que el cliente ¡seguro! va a apreciar.
Todo es importante: La falacia de todo es importante pone al emprendedor en encrucijadas que le cuestan su tiempo libre y su salud. Lo cierto es que si todo es importante, no todo requiere hacerse al mismo tiempo y la misma persona. El emprendedor necesita desarrollar un pensamiento multi dimensional que le permita multiplicar sus posibilidades.
Todo lo hago yo: Aún se repiten frases como “para que salga bien, lo tengo que hacer yo”. Un dolor de cabeza constante del emprendedor es desarrollar su capacidad de delegar y aún más, su capacidad de reclutar colaboradores por su talento y luego por la simpatía que tengan con la otra persona.
¿Cuáles son mis números?: Los indicadores de desempeño o KPI son los signos vitales de una empresa y todo emprendedor debe tener pleno conocimiento de estos. Operar sin mediciones, es caminar con los ojos cerrador sin posibilidad de formar un criterio con información verídica.
¿Cómo ser el director y no toda la orquesta?
Es muy recomendable que reflexiones si dentro de tus hábitos tienes incluidos los siguientes:
- Realizar un plan anual de metas, el cual revises con periodicidad.
- Diseñar procesos, protocolos y políticas que estandarizan tu servicio y/o producto.
- Tener claro cómo administrar tu tiempo para priorizar y delegar según tu plan anual.
- Buscas talento con base a las necesidades de tu empresa.
- Evaluar el progreso de tu empresa y celebrar lo bien hecho.
Muy a pesar de las circunstancias que nos están tocando, tenemos al alcance recursos que nos permitan emprender bien y de bonita manera.
Cuéntanos a qué desafíos te enfrentas ahora en tu emprendimiento, déjanos abajo de este artículo tus comentarios.