¿Te ha pasado que… hasta que alguien repite tus palabras, te cae el 20 de lo que estás diciendo?
Distorsionar la comunicación es una forma de que el cerebro confeccione realidades a la medida y que considera favorables para mantener la calma aunque sea incómoda, es decir, una zona de confort aunque esta sea disfuncional.
No sería raro que cuando tratas con el cliente estés operando con algunas distorsiones del lenguaje y con estas, justifiques los resultados que estás obteniendo. ¡No te preocupes! es muy común que esto pase, lo que no es tan común es que las personas se den cuenta de estos mensajes distorsionados, los hagan conscientes y ¡aún mejor! los cambien por mensajes funcionales.
3 pensamientos distorsionados en las ventas.
Te presentamos 3 distorsiones más frecuentes con las que las personas suelen operar su comunicación sin darse cuenta afectando con esto sus ventas.
Lectura de mente: “Me va a decir que no” suponer de ante mano que el cliente te va a rechazar, es lo más común y el miedo principal de todo aquel que ofrece un producto o servicio, sin embargo es una trampa adelantarse a los hechos. es importante reconocer que el cerebro dice estos mensaje para “prepararte al rechazo”. Reconocer la lectura de mente puede permitirte darte oportunidades de experimentar nuevas experiencias.
Generalizar: “Todos los clientes quieren lo mismo” “Siempre preguntan, te muestran interés y no compran” algunas de estas frases pueden parecerte familiares. Algunas palabras como “todos” y “siempre” al pronunciarlas, generalizan las experiencias pasadas y aún peor, las experiencias futuras. Las generalizaciones dejan si oportunidad la posibilidad de distinguir alguna situación que haya sido diferente y la posibilidad de confeccionar un escenario alternativo en un futuro.
Borrado simple: “Así son los clientes” ¿Así cómo? ¿Cuáles clientes? una de las funciones del cerebro es conceptualizar y dar por asentado un conocimiento, esto con la finalidad de ahorra energía. Es importante afilar el hacha y darse un momento para detectar si hay vacíos de información y si estamos dejando pasar características importantes de la “nueva” conversación.
Para detectar las distorsiones del lenguaje puedes repetir tus palabras en voz alta o bien cuestionarte si es clara y completa la información, es decir, si la nueva información la obtuviste de tu interlocutor o de tus discursos internos. También puedes acceder a programas que desarrollen tus habilidades comunicativas para ser más asertivo.
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